Salud Pública insiste en completar el calendario de vacunación ante casos de Sarampión y Coqueluche
El Ministerio se adhiere al comunicado de COFESA que valida la seguridad de las dosis e insta a los tutores a respetar las fechas ante el riesgo de brotes en la población infantil.
El Ministerio de Salud Pública de Corrientes, adhiriéndose al lema “Cuidarnos es más fácil cuando respetamos los tiempos de cada vacuna” , recuerda a la población la importancia crucial de completar todos los esquemas de vacunación obligatorios en tiempo y forma. Ante la circulación de enfermedades como el Sarampión y la Coqueluche (Tosferina) en el país, las autoridades insisten en que los tutores deben respetar estrictamente las fechas indicadas por los profesionales de la salud. Las vacunas del Calendario Nacional son herramientas de salud pública fundamentales, respaldadas por décadas de uso seguro y rigurosas evaluaciones que garantizan su calidad y efectividad, tal como se comunicó desde el Consejo Federal de Salud ( COFESA ). Todas las dosis necesarias están disponibles en los vacunatorios de toda la provincia; se recuerda a los interesados concurrir con DNI y carnet de vacunación.
Para los recién nacidos , es obligatorio recibir las dosis de Hepatitis B (antes de las 12 horas de vida) y BCG (antes de los 7 días). Durante el primer año de vida , el esquema incluye: Rotavirus (a los 2 y 4 meses); Quíntuple, IPV (2, 4 y 6 meses); Neumococo conjugada (2, 4 y 12 meses); Meningococo (3 y 5 meses); Antigripal (a partir de los 6 meses); Triple viral (12 meses) y Hepatitis A (12 meses). Hasta los 2 años , se deben completar: Meningococo (1 refuerzo a los 15 meses), Varicela (1 dosis a los 15 meses), Antigripal (a los 24 meses), Quíntuple (1º refuerzo entre los 15 a 18 meses) y Fiebre Amarilla (1 dosis a los 18 meses). Posteriormente, a los 5 años , se aplican: 1º refuerzo de IPV, 2° dosis de Triple Viral, 2° Varicela y Refuerzo Triple Bacteriana Celular. Finalmente, a los 11 años , se administra una dosis única de Meningococo (ACYW), refuerzo de la Triple Bacteriana Acelular, única dosis del Virus Papiloma Humano (VPH) y refuerzo de Fiebre Amarilla.
Un cambio reciente aprobado por el COFESA es el adelanto de la segunda dosis contra el Sarampión que, a partir de 2026 , se aplicará a los 18 meses en lugar de los 5 años. Esta modificación busca lograr mayor protección (la efectividad del esquema completo es del 97%), aumentar la cobertura poblacional y asegurar una mejor prevención y respuesta frente a eventuales brotes de Sarampión, Paperas y Rubéola. Las dosis para el Calendario Regular, COVID-19 y Antigripal se administran en Capital en la Estación Saludable Plaza Cabral y en el Hospital de Campaña Escuela Hogar (a partir de 15 años de edad),con horarios de lunes, martes, miércoles y viernes de 8 a 12 y de 14 a 18, los jueves de 9 a 12, y los sábados de 9 a 12.
Aquí tienes el párrafo corregido, asegurando la correcta puntuación y espaciado, y manteniendo el tono informativo:
Es fundamental tener en cuenta las enfermedades que la vacunación previene. La Coqueluche es altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella pertussis, y se manifiesta como un resfriado común con tos persistente, secreción nasal y fiebre. En bebés y niños pequeños, en quienes es más frecuente, los cuadros severos pueden causar dificultad respiratoria, vómitos y agotamiento generalizado, siendo la vacunación (tanto materna como infantil) la clave para prevenirla. La vacuna contra esta enfermedad se integra en la triple bacteriana acelular (dTpa), que protege también contra la Difteria y el Tétanos, y en la vacuna Quíntuple (pentavalente) para bebés, que añade protección contra la Poliomielitis y la Hepatitis B.
Por otro lado, el Sarampión es una enfermedad viral, altamente contagiosa, que se presenta con fiebre alta, manchas rojas en la piel, tos y conjuntivitis. Se transmite por gotitas liberadas al aire y puede ser activa y contagiosa por dos horas sobre superficies. En menores de cinco años y personas desnutridas, el Sarampión puede llevar a graves complicaciones respiratorias (como Neumonía) o del sistema nervioso central (como meningoencefalitis y ceguera), e incluso la muerte. No existe un tratamiento antiviral específico contra el Sarampión, por lo que la vacunación es la única herramienta preventiva.



