Itatí celebra 125 años de Coronación Pontificia
En una emotiva jornada marcada por la fe, se congregaron miles de peregrinos. Monseñor José Adolfo Larregain presidió la misa central.
Miles de fieles se reunieron hoy en el Santuario de la Basílica de Itatí para conmemorar el 125° aniversario de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de Itatí. La celebración central fue presidida por el arzobispo de Corrientes, Monseñor José Adolfo Larregain, quien durante su homilía instó a los peregrinos a tomar a la "Madre de la Esperanza" como un faro en los momentos más complejos de la existencia.
"Su vida es inspiración para perseverar en las virtudes, confiar en Dios en los momentos difíciles y de profunda oscuridad, a encontrar sentido en medio de las adversidades", sostuvo Monseñor Larregain, resonando con el lema del año jubilar: "Peregrinos de la esperanza".
Durante su mensaje, recordó que la Virgen María "precede con su luz al pueblo de Dios peregrino como signo de segura esperanza y de consuelo, hasta que llegue el día del Señor". Enfatizó que la Iglesia la reconoce como "esperanza nuestra" y "Madre de la esperanza", destacando su capacidad de sostener la virtud de la esperanza, incluso en la más profunda oscuridad. "Habiendo subido al cielo se ha convertido en la 'esperanza de los creyentes', ella ayuda a los que desesperan y es aliento, alivio y fortaleza de los que acuden a ella", afirmó el Arzobispo.
La figura de la Virgen María, Madre de Dios Hijo, es presentada como un modelo de fe, humildad y entrega. Su vida, según Larregain, es una inspiración para "perseverar en las virtudes, confiar en Dios en los momentos difíciles y de profunda oscuridad, a encontrar sentido en medio de las adversidades". Es un "testimonio elocuente de la gracia de Dios que obra en nuestras vidas".
El Arzobispo hizo referencia al Evangelio de San Juan, que relata el primer signo realizado por Jesús en las bodas de Caná, a pedido de su Madre. "El vino se acaba y María notando la necesidad se lo comenta a Jesús que al principio parece reacio y luego actúa", explicó Larregain. Este episodio subraya la importancia de la intercesión de María.
Monseñor Larregain destacó que hoy, más que nunca, es necesario "robustecer nuestra adhesión plena a la Voluntad de Dios en nuestras vidas". La actitud de María, la "Coronada con las estrellas", nos enseña a interceder por las necesidades ajenas y a confiar en la respuesta de Jesús. "No es indiferente a los dolores, angustias, oscuridades, problemas, situaciones difíciles: falta de trabajo, dinero que no alcanza, divisiones y conflictos familiares, adicciones, enfermedades, pérdidas de seres queridos, pobreza, marginación, hambre, violencia, inseguridad...", enumeró. Y concluyó que ella "le habla a Jesús de nosotros, de nuestras necesidades, sueños, luchas, cansancios, esperanzas, proyectos, deseos… ante situaciones límites donde se acaba lo esencial y está en peligro lo primordial y fundamental".